Artículos, colaboraciones y opiniones varias

RENTA BÁSICA UNIVERSAL O BARBARIE

Javi Rodas

albañil de profesión

Este escrito es fruto de una charla que tuve el atrevimiento de dar sobre las diferentes prestaciones enfrentadas a la posibilidad de una renta básica universal.

Creo que la clase obrera, en un sentido general, ha cometido un error histórico que hoy día estamos pagando que ha consistido en delegar la dirección y el estudio de las cuestiones que nos atañen. Esto ha contribuido, exponencialmente y en la mayoría de los casos, al abandono flagrante de las posiciones de clase a la hora de definir objetivos, tanto políticos como sindicales y de otro tipo.

Este es el motivo por el cual me postulé voluntariamente para realizar esta charla. ¿Porqué a mí, albañil de profesión, se me obligaba a hacer un trabajo intelectual de lectura y argumentación de las posturas que hoy en día, en mi opinión, debería tener la clase obrera en su ideario como motor de lucha y transformación? Los obreros conscientes y en especial la juventud obrera debemos hacer un esfuerzo por formarnos, hacernos cargo de nuestros asuntos y ponerlos encima de la mesa con más fuerza cada día. Debemos recuperar el terreno perdido. Formación y más formación. Unida a la praxis y a la lucha diaria por los derechos de los trabajadores.

Dicho esto me gustaría hacer un repaso histórico de las diferentes prestaciones que han existido a lo largo de la historia de España. En modo brocha gorda.

El problema del desempleo no es de ahora ; el sistema capitalista siempre ha tenido la necesidad de contar con un excedente de mano de obra útil para chantajear al resto de trabajadores a la hora de modular las condiciones laborales a su antojo y conveniencia coyuntural. Y por supuesto como fuente de mano de obra barata por debajo de las condiciones laborales de la mayoría.

Fruto de esto, el sistema se ve en la necesidad de maquillar y controlar la posible respuesta de las personas que se encuentran excluidas por un motivo u otro del derecho a un trabajo digno, a vivir dignamente. De ahí las diferentes iniciativas como la caridad, prestaciones, etc.

La primera vez que en España se habló y se aplicó una prestación por desempleo fue en 1932. En ese momento el ministro de trabajo era José Largo Caballero. El presupuesto de dicha prestación fue de un millón y medio de pesetas, y se financiaba con la mitad de aportaciones por parte del empresario y la otra mitad por parte del trabajador.

Y llegó el golpe de estado y posterior guerra civil, por lo que este pequeño avance social y otros se fueron al traste con la derrota de la república e instauración del régimen fascista.

El régimen franquista tenía el mismo problema: ¿que hacer con las bolsas de desempleo?

De ahí surgió la Ley Nacional de Seguro de Desempleo que consistía en percibir el 75% del salario durante un periodo de seis meses.

Llegaron la transición y los gobiernos de UCD con Adolfo Suárez a la cabeza, que en los 80 introdujo el subsidio por desempleo que tenía un máximo de cobertura de 18 meses.

Llegó el PSOE y Felipe González y en ese sentido se dieron ciertos avances, como la posibilidad de cobrar tres meses por seis trabajados o la prestación a mayores de 55 años con cargas familiares.

Quizás este fue el preludio de lo que se nos venía encima: entrada en la CEE, OTAN, reconversiones salvajes de la industria con la consiguiente pérdida masiva de puestos de trabajo.

Todos podemos recordar a los ministros Boyer y Solchaga, exponentes claros de las políticas neo-liberales que solo traen paro y miseria a nuestra sociedad.

Cuando Solchaga nos decía que España era el mejor país para hacer negocios, ¿ que nos estaba diciendo en realidad? Yo creo que estaba diciéndonos que España era el mejor país para especular, para el mercado bursátil, para la economía basada en otras cosas que no son la creación de riqueza, ni el crecimiento del Producto Interior Bruto. En definitiva, nos estaba diciendo que el gobierno abandonaba la economía productiva y abrazaba la economía especulativa. Que abría nuestra economía al expolio de nuestra riqueza. En todos los sectores: agricultura, industria, energía, telecomunicaciones, etc. Y la dejaba a merced de los fondos buitre de la banca. En definitiva, entregaba nuestra economía a los oligarcas financieros.

Claro, esto no podía llevar más que a un endurecimiento de las condiciones para acceder a una prestación por desempleo. Así que llegó la exigencia de un año cotizado para cobrar cuatro meses de prestación , reducción de la base reguladora. Por lo tanto, reducción de la prestación. Está claro que el sistema modula el mercado de trabajo. No estoy de acuerdo en llamarlo así porque no me considero mercancía, pero ellos si que lo consideran.

Modula las condiciones laborales y las prestaciones según sus necesidades mercantiles, y los gobiernos las aplican. De ahí el endurecimiento de las prestaciones por desempleo. Sabían la que se nos venía encima, y más después del estallido de la burbuja inmobiliaria que se avecinaba.

Y llego el PP en los 2000 con Aznar. Este gobierno quiso dar otra vuelta de tuerca y endurecer todavía más el acceso a las prestaciones por desempleo, acabar con el PER, y lanzar diferentes ataques a las coberturas por desempleo. Gracias a la Huelga General y a la movilización social esto se pudo parar. Aunque el daño ya estaba hecho: nuestra economía estaba ya vendida a precio de saldo y desarticulada a merced de los fondos buitre.

Después llegó el Gobierno de Zapatero que poco o nada hizo o movió respecto a las prestaciones por desempleo y a la burbuja inmobiliaria que estalló por aquel entonces. Y encima, con su reforma constitucional que priorizaba el pago de la deuda ilegítima.

Rajoy, el siguiente, no hizo otra cosa que dar continuidad a todo lo anterior. Eso sí, nos impuso la enésima reforma laboral que no hizo otra cosa que anular definitivamente el Estatuto de los Trabajadores y sus pírricos derechos laborales.

Dificultando el acceso a un trabajo digno y, cómo no, a las prestaciones por desempleo ya disminuidas de por sí. Fomentando la precariedad, la eventualidad y por tanto, condicionando gravemente el acceso a las prestaciones. Recordemos el requisito de trabajar un año para percibir la prestación de cuatro meses.

En definitiva, ya llevamos sucesivas crisis: 2008, 2012, COVID, ahora la guerra ¿Cual es el balance para los trabajadores?

Disminución brutal del empleo fijo, disminución brutal de los salarios, disminución brutal del acceso a las prestaciones por desempleo, además de bajar la base reguladora, ya que los salarios están bajo mínimos: ¿el 75% de qué salario? Es irrisorio, por no decir lamentable e insultante, cómo el mercado y la especulación juegan con nuestras condiciones de vida con la colaboración necesaria de los diferentes gobiernos de turno.

Este es mi análisis, cómo he dicho, en modo brocha gorda, de la historia de las prestaciones por desempleo en España, quizás no sea exacto en fechas y cifras, pero espero que el espíritu y el trayecto se entiendan.

Toda esta historia de crisis tras crisis, gobierno tras gobierno nos lleva al aumento brutal de las bolsas de pobreza y exclusión social como no se había visto en muchos años.

Sobre la pobreza y la exclusión social

Hoy en 2022, en España, cuatro de cada diez personas se encuentran en riesgo de exclusión social. La población en situación de pobreza severa ,es decir que no tiene los recursos suficientes para cubrir sus necesidades básicas ( comida, techo, energía..) ha aumentado un 50% después del Covid. Del 4,7 al 7 por ciento.

Ya somos once millones de ciudadanos en riesgo de pobreza severa, personas que no pueden pensar nada más que en sobrevivir, personas excluidas, marginadas, con el acceso a una vida digna cada vez más y más complicado.

Con especial incidencia entre los jóvenes de 16 a 34 años, de los cuales 2,7 millones se encuentran en esta grave situación existencial.

Y en cuanto a la feminización de la pobreza, la precariedad laboral se dobla respecto a los hombres.

Y tenemos que hablar de la multiplicación de la pobreza severa en las familias monoparentales, en las que las mujeres en su mayoría son las cabezas de familia.

Por tanto, podemos hablar de otro elemento más de marginación, exclusión y represión hacia las mujeres.

Otro dato escalofriante es que el 20,6 % de la población tiene dificultades para el acceso a la vivienda. Si en 2017 un 4,8% de la población se encontraba en estado de inestabilidad laboral grave, en 2021 ya era el 10´3%. En 2022 suma y sigue. Ahora con la guerra ya nos está diciendo el señor Sánchez que nos tocará arrimar el hombro a todos, que habrá que apretarse el cinturón. Señor Sánchez, ya no nos quedan mas agujeros en el cinturón !!

No seguiré con mas estadísticas respecto a la pobreza, aunque a poco que se quiera profundizar y acudir a las fuentes adecuadas podremos comprobar lo escalofriante de la situación. Y no afloja, por mucho que nos quieran convencer. Esta situación va en aumento.

Después de todo lo dicho yo llego a las siguientes conclusiones:

a.- Después de 40 años de “Democracia”, ningún gobierno ha sido capaz de erradicar las bolsas de desempleados, pobreza y marginación en nuestra sociedad. Sencillamente se han dedicado a administrar, en función del mercado y la especulación , los derechos de los trabajadores, lo que nos ha llevado a la situación actual. Es un problema del sistema capitalista, que jamás resolverá la desigualdad, ni la pobreza, ni el desempleo.

b.- Bajo el sistema capitalista jamás existió el pleno empleo, ni el estado del bienestar, ni existirán. Siempre existió y existirán bolsas de pobreza y exclusión social, en unos periodos más y en otros menos, dependiendo del ciclo económico. No se puede esperar otra cosa de un sistema basado en la acumulación, cada vez mayor, de la riqueza, en menos manos. A costa del conjunto de los derechos fundamentales de la mayoría del pueblo.

Hablemos de las rentas mínimas

Todos conocemos las diferentes rentas mínimas que existen en el conjunto del estado español. Me referiré a la renta mínima garantizada en Catalunya y al famoso Ingreso Mínimo Vital del gobierno español.

La Renta Mínima Garantizada en Catalunya fue impulsada por diferentes movimientos sociales que promovieron una ILP que consiguió sumar muchas más de las firmas necesarias para que se admitiera a trámite dicha ILP, en el Parlament de Catalunya. Además de diferentes movilizaciones.

La idea fundamental era conseguir que nadie viviera por debajo del umbral de la pobreza y combatir la exclusión social. Fruto de esta idea se reflejan en la ley artículos como el que dice que todas las personas en situación de pobreza tienen derecho a esta prestación. O que es una prestación de carácter económico periódico para empoderar y sacar a las personas de la situación de pobreza. Muy bonito ¿verdad?

Todo esto aprobado por unanimidad en el Parlament, aunque he de decir que al ver votar a favor al PP, Ciudadanos y a CiU, a más de uno de los que estuvimos en la lucha y en el hemiciclo, se nos puso cara de tonto. ¿La derecha aprobando algo así? Algo no iba bien, ni iba a ir bien.

Y en eso estamos, después de años para su cumplimiento, no podemos estar más lejos de los objetivos que se reflejan en la ley y por los cuales luchamos.

Lejos de facilitar el acceso de las personas a este derecho, se les mete en un galimatías burocrático difícilmente superable para las personas con pocos recursos a todos los niveles. Sumado a la falta de presupuesto para facilitar la información y tramitación.

Aunque no fuera la panacea ni la solución definitiva, si esta “ Renta Garantizada” se hubiera aplicado algo se habría resuelto. No ha sido así.

Al contrario, el condicionar el derecho a tener los ingresos suficientes para vivir dignamente hace que las personas se sumerjan en situación de pobreza más y más, en la marginación y exclusión, además de hacerlo en la economía sumergida. El 70% de las solicitudes son denegadas por un motivo u otro., habiendo en Catalunya un 26.3% de la población en riesgo de pobreza.

Los gobiernos de la Generalitat, uno tras otro, incumplen la ley, y no existe la voluntad de revertir esta situación. La prueba está en la designación presupuestaria de la Renta Garantida a lo largo de los años. En 2020 son 427 millones, en 2021, 500 millones; en 2022, 398. Los números cantan.

La joya de la corona: el Ingreso Mínimo Vital

Es más de lo mismo. Resulta insultante que el Instituto Nacional de la SS diga que hay 1000 millones presupuestados sin gastar en el IMV.

Más insultante es que se le eche la culpa a la gente susceptible de percibir el IMV, por desconocimiento del derecho y fallos burocráticos. Os insto a que intentéis solicitar el IMV a modo de simulacro. ¿Qué persona con recursos limitados, tanto a nivel digital como económico puede no tener un fallo burocrático? O que se le caduquen documentos o que pueda conseguir todos los que le piden.

Yo creo que podemos hablar de que se da un maltrato institucional a las personas más vulnerables, a las que menos recursos tienen. Me pregunto si la banca tuvo tantas dificultades para acceder al rescate que nos endeudó a todos aun más. Y que por supuesto no está devolviendo.

Respecto al grado de aprobación y acceso del IMV, tres de cada cuatro solicitudes son rechazadas por un motivo u otro. En Catalunya solo ha accedido al IMV el 4,9% de la población en riesgo .

Nuevamente nos vemos ante una ley muy bonita y muy “progre” que no se aplica, gracias a la poca inversión para implementarla, la falta de interés y empatía por parte de la administración. Por lo que está sirviendo para muy poco.

Me gustaría recordar que estamos hablando de personas sin ingresos, con carencias materiales severas, no de números y estadísticas. Sencillamente no hay para comer.

Personas que se ven obligadas a comparecer una y otra vez ante la policía social, para ver una y otra vez rechazado, o con la callada por respuesta , su solicitud de IMV.

Este es el mapa actual de las prestaciones, rentas miserables y de la precariedad laboral. Desolador.

Todo esto hace mella y tiene consecuencias muy graves

La primera de ellas es el MIEDO GENERALIZADO. Evidentemente el miedo tiene un claro componente de CLASE. La población, los trabajadores en general tienen miedo de perder su trabajo, tienen miedo a perder el sustento, su techo. Tienen miedo vital. Gracias a la pérdida cada vez mayor de anclajes y certezas (salarios dignos, prestaciones dignas..) que nos den tranquilidad y perspectivas optimistas de futuro. La precariedad y la pobreza han llegado para quedarse y además se han institucionalizado.

No podemos obviar las desastrosas consecuencias respecto a la salud en general y a la salud mental en particular, que tiene este miedo y esta incertidumbre. Hemos visto como los suicidios, los tratamientos farmacológicos para tratar la depresión y otros trastornos han aumentado exponencialmente, y después de la pandemia mucho más.

¿Cual es la solución que se nos ofrece desde la administración? Crear puestos de trabajo. Vale, pero.. ¿donde están? Y, ¿qué clase de trabajo?, ¿Cómo hasta ahora? ..

O la cronificación del problema intentando mitigarlo o más bien controlarlo a través de la farmacología. Además, hay que tener en cuenta la falta de especialistas en salud mental que tenemos en nuestro país; por lo que ni por asomo se atiende en condiciones a los millones de personas afectadas por problemas de salud mental, gracias al miedo y la incertidumbre generalizadas.

La solución es sencilla: garantizar la existencia y la vida digna de las personas.

Garantizar el derecho a existir.

Eso me lleva a la RENTA BÁSICA UNIVERSAL, INCONDICIONAL Y SUFICIENTE

¡Ojo!, según que círculo económico, el liberal o el progresista, hay una interpretación diferente de la RBU .

En el plano liberal, se nos ofrece una RBU, sí, pero a costa de los derechos sociales, como la educación, sanidad gratuitas.. Sería un gran retroceso en cuanto a derechos sociales y supondría su privatización.

En el plano progresista existe una visión muy diferente de la RBU.

La RBU debe garantizar la suficiencia y la libertad individual, no es caridad, no es un derecho condicionado, no es beneficencia. La RBU es un derecho a conquistar.

Es una cantidad económica a percibir que garantice lo más necesario para vivir dignamente. Como tal derecho no se puede vulnerar ya que es universal e incondicional. No es como las prestaciones y rentas actuales.

La RBU garantiza el derecho a elegir, el derecho a decir: ¡NO!, no a las ofertas de trabajo precario, no a la represión basada en la precariedad ejercida desde varios ámbitos.

La RBU es un elemento emancipador, especialmente de la mujer ante el patriarcado, permite empoderarse y abandonar la dependencia económica hacia su represor o maltratador. Por lo tanto es un instrumento para luchar contra la desigualdad y la violencia de género.

Libertad en definitiva, libertad que en este sistema jamás se ha ejercido ni se podrá ejercer, exceptuando a los privilegiados. Los que la pueden pagar.

La RBU garantiza la seguridad básica, lo fundamental, lo vital.

Haría desaparecer la competencia insana. El quítate tu que me pongo yo, la insolidaridad, el individualismo. ¿Qué persona puede comportarse de forma correcta ante sus semejantes teniendo la inseguridad vital que vivimos hoy en día?

Sería un gran elemento para combatir la economía sumergida y el fraude fiscal. Aportaría estabilidad y seguridad y, por lo tanto, la mejora de la salud mental , ya que ese miedo vital desaparecería.

Como la financiamos

Distribución justa de la riqueza. Yo me pregunto cual es el segmento de la población que más impuestos paga. Tanto con el IRPF, como con el IVA. Creo que la clase trabajadora. Por lo tanto, si nosotros somos quienes mantenemos este país, si las manos son nuestras, es nuestro lo que nos den. La RBU es un elemento que transformaría radicalmente la situación de desigualdad actual.

Ante la barbarie liberal que vivimos hoy en día, deberíamos poner en el centro las reivindicaciones y el programa de la clase obrera y hacer frente a los desafíos que tenemos por delante con algunos objetivos fundamentales que contribuirían a la transformación de la sociedad, hacia una más justa e igualitaria.

Imponer políticas que tengan como centro el bienestar y la suficiencia de las personas.

Acabar con la inseguridad crónica y sus nefastas consecuencias. Acabar con la deuda individual y colectiva, terminar con el estrés y desesperación de millones de personas. Terminar con la precariedad como elemento represivo y altamente perjudicial para la sociedad en su conjunto.

Debemos imponer políticas respetuosas con el planeta. Hay que echar el freno, o nos quedamos sin planeta. Eso significa decrecimiento , menos consumismo, remunerar los cuidados.

Combatir el fascismo. El arma fundamental del fascismo se basa en el miedo y la inseguridad de la gente.

Todos estos objetivos se me antojan imposibles sin que impongamos una RBU.

Tenemos mucha y buena literatura sobre la RBU. Es de agradecer. Cada día somos más los que la asumimos como propia. . Pero igual que se teorizaron las 40 horas , pero hasta que la clase obrera no las hizo suyas, no se conquistaron. Empecemos a asumir ,a explicar ,especialmente a la juventud, la RBU.

La lucha no es fácil, es larga. Solo conquistaremos la igualdad asumiendo nuestra condición y eso será así solo cuando la clase obrera se auto-organice y se instruya y estudie para dejar de delegar y finalmente se haga cargo de su futuro.

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LLEVO CALVIN-KLEIN DE MERCADILLO

Bueno, vas a una entrevista de trabajo, después de demasiado tiempo en casa, sin trabajo. Cobrando una de las limosnas que el sistema, con la complicidad del gobierno de turno te da.
Te levantas a las siete, no perdón a las siete y diez, porque mi guapi me ha dao un codazo. Te duchas, te afeitas y te perfumas, hay que dar buena impresión. Con los Calvin-Klein de mercadillo.
Y te empiezas a cabrear, a preocupar, a preguntarte si es que ya no sabes buscar trabajo, si alguien valorara tu experiencia, tu sabiduría, después de treinta años ejerciendo la misma profesión. Ves a tu pareja preocupada, aunque no lo diga. Porque te ve de mal humor, nervioso, a veces ansioso, deprimido. A veces sin peinarte, aunque mucho pelo no tengo (¡ja, ja,ja¡) es para quitarle hierro al asunto.
Al menos para mí. Estar desempleado es un trabajo forzoso. Porque te tiras las 24 horas del día ansioso, preocupado. Y muy mal pagado, por cierto.
Bueno, que he ido a una entrevista de trabajo, de esas que concierta un intermediario por ti. Si, una ETT. Recuerdo que esto de las ETT lo combatimos hace muchos años, porque creíamos que ni más ni menos era la privatización del servicio público de empleo. Y perdimos, a las pruebas me remito.
On-line: “Ha sido usted seleccionado para el proceso de selección de tal empresa, lunes a las 10 de la mañana”.
Pienso: ¡Hala!… Habrán leído mi currículo y a lo mejor les interesa mi experiencia…, me digo ansioso, y un pelo contento. ¡Me han llamado para una entrevista!
He cogido el tren muy pronto. Estaba nervioso y no podía aguantar en casa; así que he llegado muy pronto. ¡Uff, las nueve y cinco! Me he tomado un café en un chino porque es más barato. Ya son las nueve y media, voy para allí, no sea que haya cola. Llego, estaba al lado. Cerrado y sin cola. ¡Vaya, soy el primero!, no han llegado ni ellos. Soy muy puntual. Lo pone en mi currículo.
Dos minutos más tarde llega una chica, se pone a abrir y me pregunta si es para las entrevistas, ¡Uy! ¡Entrevistas!… quiere decir que no soy el único… más ansiedad… Me dice que pase, que me lave las manos con hidro-alcohol y que me siente. Una habitación pequeñita, con muchas sillas. Pensé: como nos juntemos muchos aquí será la fiesta del coronavirus.
Al minuto suena el timbre, abre la chica desde su mesa. Entra un señor, parece más mayor que yo. Me mira y … la cara que pone no es, precisamente de ponerse contento al verme. Por la pinta es albañil, como yo. No sé por qué, pero después de tanto tiempo en la profesión, yo creo que ya tenemos unas particularidades especiales. Por lo menos, yo las distingo.
Se sienta y me dice:
-Buenos días- así, como quien no te los quiere dar. Yo, educado contesto:
– Buenos días.
– Hola, tu ¿vienes para la entrevista? – me dice. ¡Uff, que educao! Yo le contesto:
– Si.
-¿A qué hora tenías?
– A las 10.
– Pues yo también, me contesta-y yo digo:
– ¡Ah, bueno!- y pienso que nos han citado a todos a las diez y que nos cogerán por orden de llegada. Pues menos mal que he llegado el primero, así me ahorro la fiesta del coronavirus.
Justo a las diez, suena otra vez el timbre. Nuevamente la chica abre desde la mesa. Era otro señor mayor, pero este más mayor que el anterior. Pienso: ¡Ostras! Aquí el perfil es la experiencia. Nos dice:
– Bon día, ¿están ustedes por la entrevista? Le contesto que sí. Y me dice que esperemos un momento que ahora nos atiende. ¿A que es el entrevistador? A simple vista, un albañil: es que somos inconfundibles.
Llama a la secretaria, se escucha un murmullo de ella, por que él tiene buena voz y no la puede disimular. Somos inconfundibles. Al poco sale la chica, y nos dice que pase el primero. El otro señor, el que llegó después de mi, hace el amago de levantarse pero yo he sido más rápido, además he llegado el primero. ¡Un poco de educación!
¡Uff!, Recordar lo que ocurrió después me provoca ansiedad. Desde el momento que entré en ese despacho sin ventanas, con una mesa, dos sillas y un tío sentado al otro lado de la mesa con los puños cerrados, con una carpeta delante, despeinado, y muy colorao… Pienso: esto no es una entrevista, sino un interrogatorio policial.
-Seu, me dice.
Me siento. Abre la carpeta, parece que la revisa; por lo menos, así lo creo. Respira fuerte, y huelo la peste a carajillo, con mascarilla y todo .O mi mascarilla no funciona, o éste ya va como las cabras y el olor este no tiene barreras. Está muy colorao.
-¿Usted quién es?– me dice ya en castellano. Le digo mi nombre, de nuevo abre la carpeta y resopla, llama a la chica:¡Nena! Qué nombre más raro, me digo. La chica aparece poniendo cara de póquer.
– A ver, nena búscame a este chico- ¡ que halago!- en la carpeta que no lo trobu. La chica sin decir nada, coge la carpeta saca un papel, era mi currículo. Esta mi foto, este tío está ciego. Y ¿las preguntas? Vuelve a abrir la carpeta y saca otro papel.
– Usted es Francisco Javier?
– Sí señor.
– ¿Usted qué edad tiene?
– 53 – ni te has leído el papel, pensé.
– ¿Qué experiencia tiene?
Definitivamente no te has leído el papel, volví a pensar.
– Unos 30 años- le contesto.
Coge el otro papel que no era mi currículo y por fin saca unas gafas de farmacia, está claro que no ve un pijo.
Voy a resumir porque es muy largo y me dan ganas de ir a estrangular a ese señor más mayor que el otro.
Ahora leyendo las preguntas; edad?,
-53, (joder otra vez?)
– ¿Estado civil?
– Con pareja, divorciado.
Levanta la vista como desaprobando o no entendiendo un pijo de lo que le he dicho.
– ¿Hijos?
– Si, dos.
– ¿Están con usted?
– No – todo eso leyendo.
– ¿Porqué no tiene trabajo?
– Porque no hay.
– Ya, ¡claro!
– ¿Ha pasado usted el coronavirus?
– No. Ojo al dato: cuidadito que se nos echa encima otro escalón más para encontrar trabajo. Y algunos saltándose su orden de vacuna. Y las farmacéuticas forrándose y retrasando los plazos de entrega; y los gobiernos de turno tragando. Adivina, quien lo va a pagar: los de siempre.
Este señor más mayor que el otro no me ha hecho una sola pregunta sobre mi experiencia, sobre lo que sé hacer y lo que no. Eso si: casi me bajo los pantalones para que viera mi marca de calzoncillos.
Las diez y diez, salgo de allí, frustrado, cabreado, pensando, para que me he gastado la pasta, que no es barato, viva el transporte público. No he llorado, porque ya no me quedan lágrimas. Cuando se acabará esta tortura, mis abuelos, mis padres, yo, mis hijos porqué tenemos que pasar por todo esto?.
¡¡¡ Y a ti qué coño te importa mi vida personal!!!.
Mi primera reflexión es hacia este señor más mayor que el otro. Eres albañil, tienes manos de albañil, tienes la espalda encorvada como un albañil después de tantas palizas. Tienes manos de albañil, como las mías. Tienes las malas costumbres de los albañiles. Se te nota, eres un currante igual que yo. ¿Cómo eres capaz de humillar y vejar a alguien que ha pasado lo mismo que tú, que es un obrero como tú? Deberíamos hacérnoslo mirar, sinceramente. Aunque estas cosas se combaten con educación política. Y como decía mi amigo Mariano, picando muuuuchapiedrraaaa. Si. ¿Pero hay días que… !
Mi segunda reflexión: esto no debería ocurrir: es muy injusto. ¡Si, lo es!
Alguno dirá: por lo menos has tenido una entrevista. El que diga esto, que siga tragando, así nos va.
Todo esto no ocurriría si se implantara una Renta Básica Universal incondicional y suficiente. Que nos diera a todos las mismas oportunidades, derechos y deberes. Pero eso solo ocurrirá cuando haya un gobierno que ponga a la mayoría del pueblo en el centro de su agenda. En definitiva, cuando logremos derrotar este sistema inhumano y represivo a todos los niveles.
Y no me enrollo mas, hoy he escrito esto después de la entrevista tan productiva de trabajo que he tenido. Como la mía, habrá miles y miles. Y desempleados que tengan el mismo día a día que yo: millones. Mal de muchos, consuelo de tontos…¡¡NO!! Ese mal de muchos nos tiene que hacer entender que esos muchos si nos uniéramos daríamos un gran puñetazo encima de la mesa que permitiría mejorar nuestras condiciones de vida. Espero que mi escrito contribuya a enlazar todas esas vidas y esas voces para darle la vuelta a la tortilla.
Llevo calzoncillos Calvin-Klein de mercadillo, Y A MUCHA HONRA, VIVA LA CLASE OBRERA!!!

Hoy es Rabia y depresión, mañana será esperanza y organización.

Javi Rodas, albañil de profesión.

Barberà del Vallès, enero de 2022

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